Ya es ayer
Caminamos de niños por las calles
Sombrías de León, en plena noche.
Hasta la luz es eco, y nuestos pasos.
Los lóbregos portales, tan angostos.
Hepáticas farolas. Nuestras sombras.
Tan estrechas y largas. Nos creemos
Bantusis, y jugamos. A pisar
Nuestra sombra, saltando por encima.
A quedarnos sin sombra, y ser felices.
A montar nuestra sombra en la de al lado,
Y entre los niños uno, oscuramente
Ha comprendido acaso que los hombres
Podrían ser iguales y fundirse
Sin daño, de ser sombra. En tales rúas,
Las más tristes del mundo, las más lúgubres.
Y seguimos jugando. Por delante,
Hacia el mar, que es el morir, las sombras
Cada vez más en fuga, como ríos.
Versión en francés pequeño homenaje a mi amiga Sylvie Fournès
C'est déjà hier
Enfants, nous marchons
dans les rues
sombres de Léon, en
pleine nuit.
Même la lumière est
écho, et nos pas.
Les porches ténébreux,
si exigus.
Hépatiques lampadaires.
Nos ombres.
Si étroites et si
longues. Nous nous croyons
Batutsis, et nous jouons.
À marcher sur
Notre ombre, en sautant
dessus.
À perdre notre ombre;
être heureux.
À placer notre ombre sur
celle d'à côté,
Et parmi les enfants, un,
obscurément
A peut-être compris que
les hommes
Pourraient être égaux et
se fondre
sans douleur, d'être
ombre. Dans ces ruelles-là.
Les plus tristes du monde,
les plus lugubres.
Et nous continuons à
jouer. En aval,
vers la mer, qui est la
mort, les ombres
de plus en plus en fuite,
comme les rivières.
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