viernes, 30 de marzo de 2012

Käthe Kollwitz / Anna Akhmatova




Réquiem

9

Ya la locura ha cubierto,
con sus alas, la mitad de mi alma,
le da de beber vino de fuego,
y la atrae hacia el negro valle.

He comprendido que a ella
he de ceder la victoria,
dando oídos a mi delirio
como si fuera el ajeno.

Y no me permitirá
llevar nada conmigo
(por mucho que le suplique
y le importune con mi ruego):

ni los terribles ojos de mi hijo,
petrificados por el sufrimiento,
ni el día en que llegó la tormenta,
ni el adiós al concluir la hora de visita.

Ni la amada frescura de sus manos,
ni las sombras agitadas de los tilos,
ni el tenue y remoto sonido…
de la última palabra de consuelo.

lunes, 26 de marzo de 2012

Katsushika Hokusai / Pablo Neruda



Poema 14

Juegas todos los días con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.

 
A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
Quién escribe tu nombre con letras de humo
entre las estrellas del sur?
Ah déjame recordarte cómo eras entonces,
cuando aún no existías.


De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.
El cielo es una red cuajada de peces sombríos.
Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.


Pasan huyendo los pájaros.
El viento. El viento.
Yo sólo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo.


Tú estás aquí. Ah tú no huyes.
Tú me responderás hasta el último grito.
Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.
Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos.

 
Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,
y tienes hasta los senos perfumados.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.


Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.


Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.


Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.

sábado, 24 de marzo de 2012

Alfonso Brezmes / Man Ray




Bisutería barata

Collar roto,
tus lágrimas dispersas

por el suelo ya frío
del recuerdo.


© alfonso brezmes

jueves, 22 de marzo de 2012

Darío Villalba / Juana de Ibarbourou






La sed

Tu beso fue en mis labios
de un dulzor refrescante.
Sensación de agua viva y moras negras
me dio tu boca amante.


Cansada me acosté sobre los pastos
con tu brazo tendido, por apoyo.
Y me cayó tu beso entre los labios,
como un fruto maduro de la selva
o un lavado guijarro del arroyo.


Tengo sed otra vez, amado mío.
Dame tu beso fresco tal como una
piedrezuela del río.

viernes, 16 de marzo de 2012

Gustave Courbet / Arthur Rimbaud




     Es un hoyo de verdor donde un río canta
    Prendiendo alocado de las yerbas jirones
    De plata; donde el sol de la altiva montaña
    Luce; Es un pequeño valle espumeante de fulgor

    Un soldado joven, boca abierta, la cabeza desnuda
    Y la nuca bañada en el fresco berro azul
    Duerme; tendido en la yerba, bajo el cielo,
    Pálido en su verde lecho donde llueve la luz.

    Los pies en los gladiolos, duerme. Sonriendo como
    Sonreiría un niño enfermo, echa un sueño:
    Naturaleza, mécelo con tu calor: tiene frío.

    Ya los perfumes no estremecen su nariz;
    Duerme en el sol, la mano sobre el pecho
    Tranquilo. Tiene dos agujeros rojos en el costado derecho.




LE DORMEUR DU VAL

C'est un trou de verdure où chante une rivière
Accrochant follement aux herbes des haillons
D'argent; où le soleil de la montagne fière,
Luit; C'est un petit val qui mousse de rayons.


Un soldat jeune bouche ouverte, tête nue,
Et la nuque baignant dans le frais cresson bleu,
Dort; il est étendu dans l'herbe, sous la nue,
Pale dans son lit vert où la lumière pleut.


Les pieds dans les glaïeuls, il dort. Souriant comme
Sourirait un enfant malade, il fait un somme :
Nature, berce-le chaudement : il a froid.


Les parfums ne font plus frissonner sa narine;
Il dort dans le soleil, la main sur sa poitrine
Tranquille. Il a deux trous rouges au côté droit.

viernes, 9 de marzo de 2012

Claude Monet / Vicente Gallego





Generación espontánea


Este día nublado invita al odio,
predispone a estar triste sin motivo,
a insistir por capricho en el dolor.
Y sin embargo el viento, y esta lluvia,
suenan hoy en mi alma de una forma
que a mí mismo me asombra, y hallo paz
en las cosas que ayer me perturbaban,
y hasta el negro del cielo me parece
un hermoso color.

Cuando no soportamos la tristeza,
a menudo nos salva una alegría
que nace de sí misma sin motivo,
y esa dicha es tan rara, y es tan pura,
como la flor que crece sobre el agua:
sin raíz ni cuidados que atenúen
nuestro limpio estupor.

domingo, 4 de marzo de 2012

Egon Schiele / Carlos Marzal




La pequeña durmiente

No es que el mundo esté bien: es que no existe.
No hay nada alrededor:
sólo tu sueño.
Nada tiene más ley que tu abandono,
tu suave abjuración ,
la dulce apostasía que te ausenta.
No hemos fundado el mundo: nunca cambia.
Pero este cuadro es nuevo
-padre e hija-,
porque sólo el amor es diferente,
sin por ello dejar de ser lo mismo.
El anchuroso mundo, que no importa,
gravita en torno a ti: lo has imantado,
y vive irreprochable hacia tu brújula.
Lo innúmero se rinde a tu unidad sencilla.
Durmiente flor desnuda en mis palabras,
adormidera de los desencantos,
prístina amapola pálida.

De "Metales Pesados" 2001