Palabras siempre acompañadas de algo más. Palabras que evocan música, no ruido. Palabras en silencio.
viernes, 29 de junio de 2012
Marc Chagall / Julio Cortázar
Antes, después...
Como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
el perfume dibuja el jazmín
el amante precede al amor
como la caricia a la mano
el amor sobrevive al amante
pero inevitablemente
aunque no haya huella ni presagio
aunque no haya huella ni presagio
como la caricia a la mano
el perfume dibuja el jazmín
el amante precede el amor
pero inevitablemente
el amor sobrevive al amante
como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
como la caricia a la mano
aunque no haya huella ni presagio
el amante precede al amor
el perfume dibuja el jazmín
como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
el amor sobrevive al amante
pero inevitablemente...
lunes, 25 de junio de 2012
Edward Hopper /Arthur Rimbaud
Sensación
Las tardes azules del verano, iré por los senderos,
Picoteado por los trigos, a pisar la hierba menuda,
Soñador, sentiré su frescor en mis pies.
Dejaré que el viento bañe mi cabeza desnuda.
No hablaré, no pensaré en nada:
Pero el amor infinito me llenará el alma,
Y lejos iré, muy lejos, como un bohemio,
Por la naturaleza, feliz como con una mujer.
Versión original
Sensation
Par les soirs bleus d'été, j'irai dans les sentiers,
Picoté par les blés, fouler l'herbe menue,
Rêveur, j'en sentirai la fraîcheur à mes pieds.
Je laisserai le vent baigner ma tête nue.
Je ne parlerai pas, je ne penserai rien :
Mais l'amour infini me montera dans l'âme,
Et j'irais loin, bien loin, comme un bohémien,
Par la nature, heureux comme avec une femme.
Arthur Rimbaud, 1870.
(*)Este cuadro se llama Soir Bleu y Edward Hopper se inspiró en el poema de Rimbaud para darle nombre.
miércoles, 13 de junio de 2012
Juan Gris / Jorge Luis Borges
Las cosas
El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.
domingo, 10 de junio de 2012
Giorgio de Chirico / Andrés Trapiello
Ya es ayer
Caminamos de niños por las calles
Sombrías de León, en plena noche.
Hasta la luz es eco, y nuestos pasos.
Los lóbregos portales, tan angostos.
Hepáticas farolas. Nuestras sombras.
Tan estrechas y largas. Nos creemos
Bantusis, y jugamos. A pisar
Nuestra sombra, saltando por encima.
A quedarnos sin sombra, y ser felices.
A montar nuestra sombra en la de al lado,
Y entre los niños uno, oscuramente
Ha comprendido acaso que los hombres
Podrían ser iguales y fundirse
Sin daño, de ser sombra. En tales rúas,
Las más tristes del mundo, las más lúgubres.
Y seguimos jugando. Por delante,
Hacia el mar, que es el morir, las sombras
Cada vez más en fuga, como ríos.
Versión en francés pequeño homenaje a mi amiga Sylvie Fournès
C'est déjà hier
Enfants, nous marchons
dans les rues
sombres de Léon, en
pleine nuit.
Même la lumière est
écho, et nos pas.
Les porches ténébreux,
si exigus.
Hépatiques lampadaires.
Nos ombres.
Si étroites et si
longues. Nous nous croyons
Batutsis, et nous jouons.
À marcher sur
Notre ombre, en sautant
dessus.
À perdre notre ombre;
être heureux.
À placer notre ombre sur
celle d'à côté,
Et parmi les enfants, un,
obscurément
A peut-être compris que
les hommes
Pourraient être égaux et
se fondre
sans douleur, d'être
ombre. Dans ces ruelles-là.
Les plus tristes du monde,
les plus lugubres.
Et nous continuons à
jouer. En aval,
vers la mer, qui est la
mort, les ombres
de plus en plus en fuite,
comme les rivières.
Etiquetas:
Andrés Trapiello,
Giorgio de Chirico
sábado, 2 de junio de 2012
Vincent Van Gogh / Jorge Luis Borges
Afterglow
Siempre es conmovedor el ocaso
por indigente o charro que sea,
pero más conmovedor todavía
es aquel brillo desesperado y final
que herrumbra la llanura
cuando el sol último se ha hundido.
Nos duele sostener esa luz tirante y distinta,
esa alucinación que impone al espacio
el unánime miedo de la sombra
y que cesa de golpe
cuando notamos su falsía,
como cesan los sueños
cuando sabemos que soñamos.
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